De la serie Cordillera nostalgia
José María Palacios / Mayo, 1991
Estamos frente a las pinturas de Alejandra Raffo. Ella nos presenta una serie motivada en la Cordillera. Y no extrañe que apliquemos la mayúscula, soslayando el sustantivo, porque se trata del Andes clásico, legendario y, no obstante, actual y vigente. Quiero decir que esta Cordillera de Alejandra Raffo es o va más allá de la percepción sensorial. Es un discurrir sobre ella, es sentirla en una como palpitación entrañable y lírica, donde, además, la razón también predomina, o se conjuga. De este modo, nos hace penetrar en ella, sin dejar, por esto, de valorar sus formas exteriores o el sentimiento que nos provoca: su infinitud, su eternidad, que no es sólo pétrea sino también nuestra propia subjetividad frente al cosmos. Y de aquí el mérito de Alejandra Raffo, el mayor, porque nos presenta visiones decantadas, juicio más que prejuicio, con lo cual, mediante las tonalidades grises, manchas definitorias y sugerentes, nos sitúa, el término es correcto, ante una Cordillera qué es y como debe ser. No sólo una geografía en relieve sino un auténtico y legítimo poema de formas, colores y una sensible valoración de la entraña en que aún vivimos. |